HIMNO DE NANCAGUA

Ciudad nuestra, de gran señorío
tierra hermosa en calor y amistad.
En la flauta armoniosa del viento,
este canto de luz matinal.
Son tus campos graciosos viñedos
tabacares tejidos de sol
las granadas y rubias espigas,
un preciado regalo de Dios.
En Nancagua una hirviente colmena,
tierra henchida de luz y emoción.
Los naranjos que pueblan tus calles,
un milagro de gracia y color.
Puquillay es un cerro de gracia,
allí flora la Paz, la Oración.
En diciembre la Virgen María
lo convierten santuario de amor.
Tierra orlada de ricos frutales,
tibio huerto bronceado de sol.
Hoy mis labios musitan tu nombre,
y la brisa remeda un adiós.
El abrazo del Tinguiririca,
es augurio de prosperidad,
de trabajo, de esfuerzo y riqueza,
de un futuro más grande y cordial.
La letra de este Himno corresponde a: José Vargas B. y su música a René Benavides.